Hace un par de post me preguntaba Mariarrosahttp://siguiendoelhilo.blogspot.com/
por las máquinas de coser, no puedo contar mucho, sólo mi experiencia y tratándose de patch a máquina ésta es corta.
Aprendí a coser con la máquina de mi madre, una de esas en las que había que darle al pedal. Nos hicimos buenas amigas. Cuando tenía unos 16 años me regalaron una máquina eléctrica. Nuestra relación fue larga y fructífera, cosí con ella ropa, sábanas, incluso algún faldón para mis hijos. Pero un día se estropeó, el arreglo no merecía la pena y compré otra. Nunca nos entendimos. Fue una relación condenada al fracaso. Cuando empecé con el patchwork no hacía nada a máquina, sólo la tira de remate, ponerme a hacer algo a máquina me alteraba los nervios.
Pero entonces , en mi grupo, Juliahttp://cannelle-tendresse.blogspot.com/ propuso un intercambio que consistió en hacer 24 bloques que dimos en llamar "el quilt de la amistad".
Yolyhttp://yolypatch.blogspot.com/ nos explicó como hacerlos a máquina y me puse a ello. Tuve sus más y sus menos con la dichosa maquinita pero lo saqué adelante. Y me entraron ganas de comprar una máquina, esta vez especial para patch. Las ganas iban y venían , me parecían caras, no me apetecía esperar el mes que me decían que iba a tardar en llegar etc.
Y las navidades pasadas, en un racha de no tener ganas, entré en la tienda de la Sigma, que
lleva una persona que conozco hace mucho, no entraba a comprar, sólo a saludarla. Y la ví.
Y la compré casi sin pensar, el precio era razonable, tenía la pata de doble arrastre, se le podían
bajar los dientes y se podían conseguir accesorios especiales para patch.
Y ahí estamos. Empecé a poquitos, pedí consejo para liarme con el acolchado a Anahttp://tallerlabuhardilla.blogspot.com/ que me recomendó un libro y un curso. El libro lo
compré y el curso lo haré este invierno.
Esta vez sé que he acertado, nos llevamos muy bien Elna y yo y sé que haremos muchas cosas
juntas a lo largo de mucho tiempo